Conversatorio: La nueva revolución verde y el retorno del Estado

La sesión inicio con la exposición de Daniel Agramont (Coordinador de Proyectos de la FES) respecto a la necesidad de hacer una transformación ambiental y productiva como también reducir la emisión de carbono y el esfuerzo posterior para iniciar la nueva revolución verde.

Agramont señala que los esfuerzos estatales son necesarios para generar cambios, principalmente en la matriz energética y evitando el uso de combustibles fósiles. Por otra parte, tenemos el 2nd new deal de busca reducir la inflación, pero generar una política de chips e invertir en el desarrollo de tecnología. Pero entonces, dentro de estos nuevos planteamientos, podemos poner en escenario el panorama de Bolivia. ¿Qué tipo de intervención estatal? ¿Qué tipo de política económica industrial se aplicará?

En este sentido para los países en desarrollo, la transición energética se puede lograr considerando las siguientes aristas: Se requieren minerales para producir energía, la nueva minería es una manera de generar ingresos y atraer inversión extranjera directa, plantearse la renovación energética, apostar por las energías renovables puede ser una manera de viabilizar inversión y mejorar las condiciones ambientales, la revolución del financiamiento verde son un camino para poder atraer inversión extranjera.

Después de la exposición se inicia el debate con la pregunta de Héctor Córdova ¿Por qué no se recicla? Su postura es que es más barato comprar el mineral duro, pero cuando se revende nosotros como productores de materia prima pagamos la fundición. Por otra parte, la explotación de tierras rara tomaría mucho tiempo, los nuevos yacimientos tardan demasiado y la puesta en marcha del proceso extractivo necesita, aproximadamente, 12 años.

Roberto Salvatierra explica que la matriz energética está cambiando a hidroeléctricas, pero la tasa de interés que se paga el alta, “sembramos luz y cosechamos agua”. Si bien conocemos cuáles son las energías renovables, se enfocan los esfuerzos en la cobertura y no en la eficiencia de estos proyectos. Por eso, es necesario que se modifique la normativa y que apueste claramente por la economía circular.

Daniel Agramont toma la palabra y enfatiza en que la TSE es la apuesta segura para cambiar la situación del país y atraer inversiones, las finanzas verdes se pueden absorber a través del gobierno central o municipal, apostando en proyectos de capacitación técnica.

Continuando con las intervenciones, Rafael Bayán se adhirió a la propuesta de apostar en el turismo, por eso es necesario invertir en patrimonios culturales que atraigan la atención a turistas y fomenten el sector turístico.

Posteriormente Verónica Paz plantea que el pacto verde debe tratar de repensar el rol del estado beneficioso diferente a lo que pasó con el gas y el Estado. Para mejorar los resultados, se debe proponer el tema de alianzas para tener una agenda mucho más amplia y que las finanzas verdes no se concentren en el sector privado, que exista una articulación con el Estado.

Vicente Aguirre postula que la política subnacional es más amigable para obtener fondos verdes. Sin embargo, si se quiere acceder a estos fondos desde alianzas con el sector privado y el Estado, existen barreras dentro de la normativa central que impiden que estos esfuerzos sean exitosos.

Hablando un poco más sobre las negociaciones, Wilson Jiménez amplia el panorama sobre alianzas entre lo privado y lo público, pensando que más bien, las alianzas entre países como el MERCOSUR o la CAN, viabilizan situaciones exitosas porque el trabajo en conjunto para lograr una transformación energética puede resultar más factible.

Para concluir con las intervenciones, Verónica Paz resalta el hecho de que la agenda que se debe atender para la TSE es compleja, eso significa que se deben encontrar puntos de trabajo en los que los esfuerzos que Bolivia puede tener sean beneficiosos, por lo que piensa que ver a Asia es un asunto ambicioso porque están muy adelantados en el tema en comparación a nuestro continente.