Trabajo digno y recursos de poder en el marco de la transformación social ecológica

El evento exploró las complejas interconexiones entre el desarrollo tecnológico, la crisis climática y la dignidad laboral. Se destacó que, en un mundo devastado por el cambio climático, no existen trabajos dignos, ya que las consecuencias medioambientales del desarrollo tecnológico podrían disminuir drásticamente las oportunidades laborales.

El cambio tecnológico trae consigo nuevas demandas laborales, pero también desplaza a trabajadores, especialmente aquellos en servicios de baja calificación, lo que deprime los salarios y fomenta formas atípicas de empleo como plataformas virtuales y el empleo informal. Esto afecta de manera desproporcionada a las mujeres y jóvenes. En Bolivia, el 80-85% del sector informal está compuesto por mujeres, el 64% de los jóvenes se encuentran en trabajos vulnerables, y se dice que 7 de cada 10 empleos son inestables.

El poder sindical puede ayudar a asegurar el trabajo digno, para recuperar este se identificaron cuatro recursos principales:

1.  El poder económico estructural, que consiste en el poder del mercado laboral y de producción.
2. El poder asociativo, que implica la capacidad de aprovechar las instituciones manteniendo al mismo tiempo la autonomía política.
3. El poder institucional, cuyas fuentes de poder social incluyen la cooperación con otros actores de la sociedad y la capacidad de movilizarse, así como el poder de discurso para intervenir con éxito en el debate público.
4. El poder social, que se refiere al poder de cooperación y de discurso.

En resumen, el evento enfatizó la urgencia de democratizar la economía y reorientarla hacia el no extractivismo, así como la necesidad de crear e implementar políticas que promuevan el trabajo digno y la protección del medio ambiente en un mundo en constante transformación.