El diálogo académico feminista viaja a otras ciudades

El Diálogo Académico Feminista crece y se reproduce en Bolivia, gracias al esfuerzo conjunto de la Fundación Friedrich Ebert y OXFAM Bolivia. Entre el 25 y el 31 de octubre se realizó la segunda ronda de conversatorios, que llegó a las ciudades de Sucre, Santa Cruz, Tarija, Cochabamba y Trinidad. En cada una de estas ciudades se reunieron personas que militan en el feminismo y que trabajan alrededor de la problemática de género, para realizar un primer diagnóstico respecto de las luchas feministas, sus estrategias y desafíos.

En cada región, el feminismo se manifiesta de maneras diferentes y ha seguido procesos particulares. Sin embargo, algunos temas atravesaron el debate en todas las ciudades. Uno de ellos fue el reconocimiento de que la palabra “feminismo” se ha ido instalando en el lenguaje con mayor fuerza en los últimos años, remplazando en algunos espacios al concepto de “género”.

Este cambio se reconoce como consecuencia de la necesidad de politizar la lucha por los derechos de las mujeres, en vista de que muchos conceptos construidos desde la teoría feminista han sido apropiados por las instituciones (estatales y de desarrollo), vaciándolas de su contenido emancipador.

Otra coincidencia surge del análisis de la diversidad de los movimientos feministas y de mujeres, donde sobresale una ola de feministas jóvenes que cuestionan los esfuerzos por incidir en políticas públicas, y buscan más bien construir espacios de liberación y autonomía desde la sociedad civil. Esta tendencia ha dado lugar al surgimiento de colectivos que cuestionan al sistema patriarcal, androcéntrico y economicista.

Esta suerte de distancia generacional se ve en todas las ciudades visitadas, pero lo interesante es que las diferentes tendencias han atendido a la invitación del Diálogo Académico Feminista, haciendo de este espacio una oportunidad para el diálogo entre las diferentes corrientes.

Uno de los resultados de estos encuentros es la sugerencia de impulsar un encuentro nacional feminista, donde confluyan los diferentes enfoques y donde se puedan explorar las diversas estrategias de lucha y agendas, para encontrar aspectos comunes que permitan complementariedad y enriquecimiento.

También fue común a todos los espacios la preocupación referida a las relaciones y la coordinación entre los movimientos feministas y las organizaciones sociales, estas últimas empoderadas en la historia boliviana reciente. ¿En qué medida coinciden esas agendas? ¿Qué esfuerzos se han hecho para tender puentes entre las luchas feminista y campesina o gremial, por ejemplo? Estas preguntas responden a la necesidad de profundizar en la reflexión sobre la condición colonial, y de qué modo repercute en la posibilidad de alianzas entre mujeres.

Por último, se va manifestando la necesidad de reconocer que las diversas estrategias de lucha feminista (incidencia en el Estado, derechos sexuales y reproductivos, lucha contra la violencia, grupos de autoconciencia, iniciativas ciudadanas, movimientos autonomistas) son todas complementarias y necesarias.