Foro: El turismo como motor del desarrollo sostenible en Bolivia

La Fundación Friedrich-Ebert-Stiftung organizó el Foro sobre el Turismo como Motor del Desarrollo Sostenible en Bolivia, e invitó a tres destacados expositores para analizar el potencial del turismo en el país y los desafíos que enfrenta desde una perspectiva académica.

Óscar Molina, Pro-Rector de la Universidad Privada Boliviana (UPB), destacó el potencial turístico aún por explotar en Bolivia. Molina subrayó que el turismo representa un sector estratégico para el desarrollo para el país que ha dependido tradicionalmente de los ingresos de la industria de hidrocarburos y está enfrentado el fenómeno de la "enfermedad holandesa". Destacó que este sector ya genera notables beneficios con inversiones relativamente modestas, y pronosticó resultados a corto plazo, además de señalar su efecto multiplicador en las ciudades y pueblos, extendiéndose más allá del turismo tradicional y promoviendo también el crecimiento en otros sectores.

Lykke Andersen, Directora Ejecutiva de la Red de Soluciones de Desarrollo Sostenible en Bolivia (SDSN Bolivia), presentó el Atlas Municipal de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en Bolivia. Hizo hincapié en la relación positiva entre el turismo y el desarrollo sostenible, destacando que el sector turístico ofrece salarios dignos y una mayor igualdad de género en comparación con otros sectores. Además, resaltó que las emisiones de carbono en el turismo boliviano son significativamente menores que las de otros países y sectores en Bolivia. Andersen también compartió el Índice Municipal de Potencial Turístico, que revela que los municipios con mayor potencial se distribuyen por todo el país, siendo líderes La Paz, Cochabamba y Potosí.

Andrés Aramayo, Gerente General de Órbita, el Observatorio Boliviano para la Industria Turística Sostenible, reiteró el inmenso potencial del turismo y respaldó su afirmación con cifras económicos. Destacó especialmente la capacidad del turismo para crear empleos formales. Al comparar la situación actual del turismo en Bolivia con la de otros países latinoamericanos, señaló que Bolivia obtiene calificaciones deficientes en casi todas las categorías de comparación. Aramayo identificó los desafíos que enfrenta Bolivia, como la falta de inversión, de apertura internacional, la deficiencia en infraestructura y transporte aeroportuaria, la carencia de productos de origen boliviana y la falta de seguridad jurídica. Sobre esta base, planteó exigencias concretas de mejora.

En el debate posterior con los participantes, se destacó un consenso unánime en cuanto al inmenso potencial del turismo. A partir de las experiencias personales y los comentarios de los participantes, las exposiciones se enriquecieron y profundizaron significativamente. Una reflexión fundamental que emergió fue el papel crucial que desempeña el sector privado en este contexto, pero al mismo tiempo se subrayó que esta responsabilidad no puede recaer exclusivamente en él, sino que el Estado debe reconocer con urgencia la importancia del asunto y tomar medidas acordes.

Además, se planteó la sugerencia de desarrollar en futuros foros un plan concreto que incluya recomendaciones de acción a corto, medio y largo plazo. El objetivo sería destacar este tema ante los responsables políticos y trabajar en la búsqueda de soluciones efectivas para impulsar el turismo de manera sostenible en Bolivia.