Los desafíos del trabajo del futuro desde la perspectiva de las mujeres

La Fundación Friedrich Ebert (FES) organizó un debate sobre el tema del trabajo del futuro desde la perspectiva de las mujeres, aprovechando la presencia de militantes sindicalistas de todo el país que habían llegado a La Paz con motivo de la Mesa de Diálogo ante la OIT el día anterior. La jornada de debates se organizó en dos rondas de discusiones. El primer bloque trato del “trabajo del futuro y las mujeres”, con la participación en la mesa de José Gabriel Espinoza y Rhian Chilcott.

José Gabriel presentó el futuro del trabajo en la cuarta revolución industrial y tecnológica y como afectó o puede afectar el empleo en el futuro en Bolivia, mientras tanto Rhian Chilcott insistió particularmente sobre la evolución del trabajo de hoy al 2030 desde la perspectiva de las mujeres en Bolivia, economista de profesión pero técnicamente desempleada en Bolivia (en sus propias palabras) y conocida como “esposa del embajador alemán en Bolivia”, supo explicar la importancia de la inclusión de las mujeres en el trabajo empleado desde su propia experiencia. Más allá todavía, estableció un diálogo con las mujeres presentes en el debate e identificó la doble carga de trabajo – trabajo salariado y doméstico/del cuidado que las mujeres deben proporcionar.

Algunas de las mujeres presentes expresaron su preocupación por su futuro personal, si bien es cierto y deseable para el desarrollo que el mercado laboral utilice más tecnología, inteligencia artificial, entre otros, la cuestión fundamental es: ¿cómo adaptarse a un mercado laboral en plena revolución? sobre todo, dado que las mujeres tienen menos acceso a las tecnologías y, por lo tanto, están menos preparadas, ¿qué se puede hacer para garantizar que la revolución tecnológica no refuerce las desigualdades de género y las diferencias salariales? por lo tanto, las desigualdades de género han sido fundamentales en este debate sobre el trabajo del futuro.

El segundo bloque Fernanda San Martín fue la expositora donde habló de los desafíos de hoy al 2030 en el marco del trabajo del futuro; Por la mañana, José Gabriel había explicado que más del 50% del empleo en Bolivia se encuentra en riesgo de automatización y que el 78% del empleo ya es precario, por ello la importancia de los sindicatos. Pero, explicó, los sindicatos tienen que cambiar su personalidad. Por su parte Nelly Salgueiro presentó la agenda posible desde la perspectiva de las sindicalistas. La Revolución industrial o Industria 4.0 es un cambio de paradigma: sin ser necesariamente una amenaza, va a cambiar la manera de concebir el trabajo, por ejemplo reemplazando la mano de obra de ciertos tipos de trabajos, existe un conflicto entre innovación tecnológica y empleo. Por ello, el mundo sindical va a tener nuevos desafíos y nuevas responsabilidades para que la revolución 4.0 no genere más desigualdad.

Un elemento importante en este aspecto es la inclusión de las mujeres en el movimiento sindical. Pero también hay un desafío en relación con la educación, se deben desarrollar nuevas competencias profesionales. También se puede pensar en un modelo de ciudad que permitirá difundir los beneficios industriales a toda la sociedad señalo.

Finalmente, Militza Bedoya de la CAMEBOL (Cámara de Mujeres Empresarias de Bolivia), presentó la agenda posible desde la perspectiva de las empresarias, el proyecto parte de la observación de la brecha salarial y de la relación entre desigualdad laboral y trabajo del cuidado. Pero insiste tomar en cuenta la importancia de las desigualdades en el ámbito empresarial y emprendedor, es decir, apoyar el emprendimiento de las mujeres seria la manera más rápida de cerrar la brecha.

En este sentido, los retos que la Cámara de Mujeres Empresarias identificó en la sociedad boliviana y que se plantea hasta 2030 son la generación de mayor empleo, adaptación generacional, generación de equidad en remuneración y oportunidades, educación, trabajo, migración de la actividad informal a la formal, mejores condiciones para un equilibrio laboral y formal, involucramiento de estados y entidades en el fortalecimiento empresarial, políticas públicas que mejoran las condiciones para las mujeres y sectores vulnerables, empresas con visión social.